Desde una perspectiva económica, es importante destacar el papel fundamental de las micro, pequeñas y medianas empresas (MiPymes) en Colombia, ya que estas representan el motor económico del país al estimular la competencia, fomentar la circulación de recursos y promover el emprendimiento. De acuerdo con cifras de ANIF (2021), este tipo de empresas generan cerca del 79 % del empleo, aportan alrededor del 40 % del PIB del país y representan el 99 % de la cantidad de empresas del país, lo que demuestra su relevancia en la economía colombiana. Además, Colombia es un país donde predominan las microempresas, las cuales representan más del 98% del total nacional para el año 2021 (DANE, 2022a); mientras que las pequeñas, medianas y grandes empresas representan un porcentaje significativamente menor, del total de empresas representan el 1,43 %, 0,33 % y 0,11 % respectivamente. Cabe destacar que dentro de las microempresas, el sector de actividades profesionales, científicas, técnicas y servicios administrativos es el que concentra el mayor número de empresas, con un 32%, seguido por el sector de comercio y reparación de vehículos con un 20%.
La transformación digital se ha presentado como una oportunidad para que las empresas mejoren su productividad, accedan a nuevos mercados y saquen ventaja de las posibilidades que ofrece la tecnología. Este proceso se ha vuelto aún más necesario en el contexto pospandemia, teniendo en cuenta que hay empresas que no se han podido recuperar de la crisis. De acuerdo con los resultados de la Encuesta de Desempeño Empresarial de MiPymes realizada por ACOPI (2023), solo el 12,6% de las MiPymes percibe que en el segundo semestre de 2022 logró superar los niveles de desempeño previos a la pandemia. Adicionalmente, el 8,5 % de las MiPymes considera que su desempeño actual (2022-2s) es similar al de antes de la pandemia, mientras que el 78,9 % no ha logrado alcanzar los mismos niveles. Es preocupante que el 11 % de los empresarios encuestados necesiten recuperar entre el 76 % y el 100 % de su desempeño anterior. Para abordar esta situación, resulta aún más relevante la adopción de transformaciones digitales que permitan acelerar el desempeño de estas empresas.
A continuación, se analizarán algunos datos sobre la transformación digital de las MiPymes, las gráficas correspondientes de estas cifras pueden ser revisadas en el tablero de control expuesto al inicio de esta entrada del blog o en las fuentes referenciadas.
En la segunda mitad de 2022, se observó que el 75,9 % de las MiPymes encuestadas utilizaban la facturación electrónica y el 61,6 % utiliza nómina electrónica (ACOPI, 2023). Estos porcentajes significativos sugieren que los empresarios han aprovechado los beneficios de estos modelos para llevar un registro más eficiente de las transacciones comerciales y los pagos de nómina. Adicionalmente, este alto porcentaje puede deberse a que, ciertas empresas están obligadas a facturar electrónicamente dependiendo de determinadas características, como la actividad económica, ingresos, entre otros (Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales [DIAN], 2020).
Por otro lado, los mecanismos de encadenamiento productivo son una estrategia importante para aumentar la competitividad y la productividad de las empresas, especialmente para que las MiPymes accedan a mercados nacionales e internacionales. Se destaca que los centros de transformación digital son el mecanismo donde más han participado las MiPymes (con un 13,7 %), pero solo el 5,9 % de las encuestadas lo considera muy importante o importante. En comparación, el 3,3 % y el 8,5 % de los encuestadas han participado en consorcios exportadores y clústeres, respectivamente (ACOPI, 2023).
Las Fintech y bancas digitales son un importante actor para aumentar la inclusión financiera de las MiPymes, ya que estas ofrecen diferentes servicios financieros a través de canales digitales que son menos costosos y con más oportunidades para acceder a financiamiento por parte de los emprendimientos. Adicionalmente, cada vez es más generalizada la tendencia a reemplazar el uso de efectivo por instrumentos de pago electrónico, especialmente en las personas más jóvenes (BBVA, 2019). Esta tendencia de acceder a productos financieros digitales se ve evidenciada también en las MiPymes, pues, para la mayoría de los sectores y tamaños de empresa, más del 60 % manifiesta haber usado servicios de banca electrónica, en especial las medianas empresas de comercio con el 82 %. Para las microempresas, si bien el porcentaje de uso de productos digitales está entre 48 % y 60 % es menor que en los demás tipos de empresa. Esta gran acogida de la banca no pasa de la misma forma para los servicios de Fintech, donde el porcentaje de empresas que los usa varía en un rango entre 25 % a 42 % (ANIF, 2023).
En cuanto a la inversión en factores productivos, se observa que el 45 % de las empresas invierte en transformación digital, haciendo una inversión en nivel medio (14,3 %), bastante (8,4 %) y mucho (4,4 %). Sin embargo, aún hay un 55 % que no ha iniciado con la transformación digital (ACOPI, 2023). Del mismo modo, la encuesta MiPyme de ANIF (2023) evidencia que, de las empresas que solicitaron créditos, es muy bajo el porcentaje de empresas que tenía la motivación de invertirlos en digitalización. El sector de servicios es donde más existe interés por invertir en cambios tecnológicos, concretamente, las microempresas interesadas de este sector son el 9 %, pequeñas el 11 % y medianas el 13 %. Mientras que, en el sector de comercio solo invierten en tecnología el 5 % de las microempresas, el 3 % de las pequeñas y el 5 % de las medianas empresas.
A pesar de los beneficios potenciales, las MiPymes han adoptado el uso de páginas web de manera limitada. En particular, las microempresas tienen un bajo nivel de adopción, con solo 21 % a 34 % de utilización, según el sector en que operan, siendo la construcción y el comercio los sectores donde menos empresas han adoptado esta herramienta. Entre el 39 % al 48 % de las pequeñas empresas encuestadas tiene una página web. Por otro lado, las empresas medianas tienen una tasa de adopción superior al 50% en todos los sectores (ANIF, 2023).
La digitalización es clave para mejorar la interacción con los clientes en todo lo relacionado con la venta, y una herramienta valiosa para lograrla es el uso de páginas web. Las empresas del sector del comercio son las que han logrado obtener el mayor provecho de esta herramienta, especialmente las medianas empresas. En concreto, el 49,2% de las medianas empresas de este sector utilizan su página web activamente como canal de ventas, mientras que solo el 32,8 % de las microempresas comerciales lo usan como canal de ventas. En el sector de servicios, el 35,5% de las pequeñas empresas solo usan su página web de manera informativa y poco frecuente sobre la empresa, mientras que solo el 15,6% la utiliza para completar ventas de manera online. Por su parte solo el 24,9 % de las microempresas de servicios lo usa activamente como canal de ventas (ANIF, 2023).
Tener y utilizar una página web puede fortalecer la interacción de las MiPymes con sus clientes y expandir su base de consumidores. Esto es especialmente importante en Colombia, donde el acceso a internet está aumentando gradualmente. En 2020, el 58,1 % de los hogares tenían acceso a internet, mientras en 2021, este porcentaje aumentó al 61,6 % del total nacional (DANE, 2022b). Además, según los resultados de ANIF (2023), el 77 % de las empresas exportadoras cuentan con una página web, mientras que solo el 33 % de las empresas no exportadoras tienen una. Los servicios en la nube también son importantes para que las empresas tengan la estructura necesaria en términos de eficiencia y costos reducidos. A partir de la misma encuesta, se observa que el 85 % de las empresas que exportan tienen servicios en la nube, frente al 59 % de las empresas que no exportan. En consecuencia, las dos herramientas tecnológicas mencionadas podrían facilitar la capacidad de expansión en los mercados y aumentar la competitividad internacional, lo que se traduce en la posibilidad de acceder a mercados internacionales.
Las compras electrónicas son una oportunidad para que los negocios accedan a insumos y mercancías a precios más competitivos, a la vez que acceden a una gran variedad de productos a nivel nacional e internacional. Frente a este servicio, son las pequeñas empresas de la construcción quienes tienen la mayor cantidad comprando a través de internet con el 54 % de encuestadas, mientras que el 43 % de microempresas y 43 % de medianas empresas de este sector también lo hacen. El 50 % de las medianas empresas industriales también compran en línea y 49 % de las microempresas de servicios. El sector comercio fue aquel que mostró una proporción de uso más baja, pues para todos los tipos de empresa este no supera el 40 %, además las microempresas son quienes menos hacen compras electrónicas (35 %) (ANIF, 2023).
El comercio electrónico está relacionado con una mayor posibilidad de que las empresas inicien a exportar, fomenta la diversificación de los mercados y reduce los costos de comercio. Al analizar los resultados de la encuesta de ANIF (2023), se puede apreciar que a medida que las MiPymes aumentan en tamaño, se incrementa la proporción de empresas que utilizan el comercio electrónico para sus ventas. Específicamente, las microempresas son las que menos utilizan este canal de ventas, representando solo el 26% en el sector de comercio, 20% en la industria, 24% en los servicios y 13% en la construcción. Entre los sectores, el comercio es el que más utiliza el canal de ventas en línea, lo cual es coherente con lo previamente mencionado sobre el uso de páginas web.
Existen otro tipo de soluciones o herramientas tecnológicas que son usadas por las empresas y sirven como diagnóstico para conocer cómo se encuentran en materia de transformación digital, por ejemplo, contar con un software o sistema de ciberseguridad, software de procesamiento de información multimedia, herramientas para el procesamiento de datos, entre otros. Estos esfuerzos de transformación se traducen en mejora de la organización interna de la empresa (83,1 %), mejora en el relacionamiento con los clientes (77,4 %), aumento en las ventas (55,4 %), entre otros beneficios (ENTIC. DANE, 2019). Este análisis puede ser consultado en la siguiente entrada del blog de economía: Tendencias TIC en empresas de los sectores comercio, industria y servicios según la ENTIC 2019
YA ESTOY ONLINE
El factor presupuestal, el desconocimiento de las ventajas de la digitalización y la falta de colaboradores capacitados son algunas de las causas que impiden que las empresas más pequeñas aceleren su transformación digital. Por eso, desde 2020, la Cámara Colombiana de Comercio Electrónico (CCCE), gracias al patrocinio de Google, ha respaldado el proceso de digitalización de las MiPymes mediante la plataforma Ya Estoy Online (YEO). Esta plataforma contiene diversos cursos, recursos y herramientas para ayudar a los microempresarios a fortalecer sus habilidades en el comercio electrónico. Además, presenta contenido interactivo que proporciona una formación completa en todo el ecosistema del eCommerce y permite mejorar la presencia en los canales digitales. A la fecha se encuentran registradas 12.279 marcas, el 32 % de estas se encuentran en Bogotá D.C., 11 % en el Valle del Cauca y 10 % en Antioquia.
Los emprendedores que participan en el programa pueden acceder sin ningún costo a los distintos módulos y a los siguientes beneficios:
Directorio empresarial: es un canal de posicionamiento SEO para que las marcas mejoren su visibilidad en Google. A la fecha se encuentran 2470 empresas registradas, donde el 18 % corresponde al sector moda, 15 % alimentos y bebidas, 11 % salud, bienestar y cuidado personal.
Capacitación: en 2022, se certificaron 1032 microempresarios, de los cuales 73,3 % correspondía a mujeres. Los participantes se pueden capacitar en más de 140 microcursos relacionados con el ecosistema del comercio electrónico (infraestructura, marketing digital, logística, pagos digitales y posventa), con cursos como gestión de reviews, posicionamiento orgánico, audiencias, estrategia y mensaje, almacenamiento e inventario, cambios y devoluciones, logística inversa, logística de última milla, link de pagos, aspectos tributarios de pagos digitales, protección al consumidor, entre otros.
Encuentros con expertos: encuentros mensuales con los mentores de los cursos que profundizan en los distintos temas y resuelven inquietudes. Esto es posible gracias a nuestros aliados privados, gremiales y gubernamentales que acompañan y asesoran a los emprendedores.
La iniciativa YEO ha apoyado a miles de emprendimientos, incluyendo a Camapna Fashion Store, quienes comparten en el siguiente video la gratitud con el programa YEO, pues han podido acceder al conocimiento necesario para cambiar su modelo de negocio a uno centrado en la venta electrónica. También destacan las asesorías que han recibido para poder participar en ferias y reconocen la utilidad de adoptar un modelo de negocio centrado en la transformación digital.
Así también lo confirma Sindy, emprendedora de Yorlin Shoes, una microempresa que fabrica calzados y bolsos artesanales utilizando la técnica de macramé con fibras naturales y sintéticas. Junto con su equipo de trabajo, gracias al programa YEO aprendió a crear catálogos en línea, pasarelas de pago y una página web que les ha permitido tener presencia en internet, lo que ha beneficiado de manera positiva sus ventas.
CONCLUSIONES
Las MiPymes son importantes jalonadoras del crecimiento y desarrollo económico en los diferentes países en la medida en que incluyen procesos innovadores en sus modelos de negocios, y promueven la inclusión económica de diferentes poblaciones que tienen bajas probabilidades de ser contratadas. Como se mencionó anteriormente, las MiPymes también han cumplido un papel relevante en la reactivación económica de zonas geográficamente desatendidas. En términos sociales, también es significativa su contribución, así como se evidencia en el informe de las Naciones Unidas presentado. No obstante, también se enfrentan a numerosos retos al ser vulnerables a choques externos, sumado a la falta de financiamiento que reciben para arriesgarse a innovar y capacitar su personal, de esta manera aumentar su productividad y generar mejores condiciones también para sus empleados.
La transición y adaptación de estrategias hacia modelos de negocio donde se involucre la digitalización y el uso de tecnología brinda enormes beneficios para las empresas. Ya que, les permite expandir su presencia a regiones del país desatendidas y también a mercados internacionales; amplía su posibilidad de comprar insumos a precios más competitivos; mejora la experiencia y comunicación con sus clientes; automatiza tareas que podrían redundar en innovaciones que mejoren los procesos internos; reduce costos de operación y deslocaliza la venta de bienes y servicios. En suma, la aplicación de la transformación digital en las MiPymes tiene un impacto positivo que mejora la competitividad de las empresas y aumenta la innovación en el país.
Sin embargo, los retos en materia de transformación digital en las economías populares son un tema de debate importante en la formulación de políticas públicas y en el rol que deberían tomar las MiPymes en la inclusión de procesos de innovación tecnológica; ya que, según el diagnóstico presentado, en términos de transformación digital, los emprendedores colombianos invierten poco en digitalización. Las microempresas muestran la menor adopción de herramientas digitales, como las páginas web, para ciertos sectores son las que menos compran por internet y son las que menos ventas electrónicas realizan.
Se resalta como un paso positivo los objetivos y estrategias que quedaron plasmadas en el Plan Nacional de Desarrollo del actual Gobierno en términos de transformación digital como motor de oportunidad e igualdad para las microempresas. Desde la Cámara Colombiana de Comercio Electrónico estaremos atentos a aportar desde nuestra experiencia y conocimiento, junto con el de nuestros afiliados, para que estos objetivos se concreten en esfuerzos y hechos, tal como se ha realizado con la iniciativa YEO. De esta manera, el ecosistema empresarial y, específicamente, el de la economía digital en los sectores de la economía popular se fortalezca y potencie, para que siga sumando al crecimiento económico del país.
Fuente: Camara Colombiana de Comercio Electrónico
